Saluuut!. Estamos muy arrepentidos de nuestros pecados, y nos fustigamos con cañas abiertas en busca de la redención. Cometimos el pecado de la soberbia, de creernos que las cosas hechas con cariño y dedicación, sin molestar al prójimo y compartiendo buenos momentos de música en directo, haciendo el esfuerzo de programar conciertos de pequeño formato y de calidad, no merecían la atención de la autoridad (que, teóricamente tenía menesteres más elevados en busca del bien común, como luchar contra la corrupción, o el robo de bicicletas, que en El Prat es un clásico, o todos los flagrantes trapicheos que nos rodean a diario). Pero fuimos pecadores, y nos arrepentimos. Pero la música ha vuelto al pueblo. Parece ser que hay dos locales que van a programar conciertos. Bienvenida la noticia.
En nuestra bondad estamos convencidos de que en este caso no se ha caido en el pecado, y estos futuros conciertos cumplirán todos los requisitos legales -que nosotros, pecadores, no cumplíamos- para poder ser llevados a cabo. Estamos totalmente seguros de que habrá camerinos y lavabos exclusivos para los músicos (como exige la ley), que las licencias municipales serán de Café-concierto o de Bar musical (como exige la ley), y no dudamos de que la insonoricación y el cumplimiento de horarios serán escrupulosos (como exige la ley), además de tener la absoluta certeza de que los músicos cobrarán dignamente (como exige la decencia). Así que celebramos la buena nueva, felices de que nuestros pecados no se repetirán ni en este barrio ni en otros barrios. Cuando nos toque, nosotros nos iremos al otro barrio, con el alma limpia y orgullosos de corazón por haber resistido a la tentación y habernos mantenido fuertes, evitando nuevos pecados.
Vaya... al final no hemos hecho balance... o igual sí: nos hemos balanceado sobre la cuerda floja.
En todo caso, esperamos que en el 2011 nos vaya bonito a todos, incluídos los pecadores.
El Cortometraje de despedida
miércoles, 29 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Aún respiramos...
Saluuut! Han sido unos cuantos meses de ausencia, pero como reza el dicho: " si tus palabras no pueden mejorar el silencio, permanece callado". No sabemos si vamos a mejorar el silencio, incluso no sabemos si vamos a mejorar, a secas. Son tiempos duros ( de aquí a 100 años nos reiremos de todo esto ), pero, pese al silencio, en el Mamíferos hemos estado al pie del cañón todos estos días, y seguiremos mientras el cuerpo aguante. Estamos conspirando para ofreceros nuevos estímulos, peleando con estas leyes arbitrarias, que impiden iniciativas espontáneas de intercambio de emociones, como es la música en directo. Pero seguimos cargados de ideas que darán su fruto tarde o temprano. En este interludio ha habido elecciones ( mismos perros, distintos collares ), para primavera prometen nuevas elecciones, municipales, ( mismos perros, distintos collares ). El gremio político es lo que es, mucho peor que un mal menor, el "qué hay de lo mío", el "a éste no se le toca", el "esto ya te lo arreglo yo", y todas esas milongas. Pero esto es un bar, sospechoso lugar de hábitos indecentes, en una época en que el ocio popular representa un peligro para el ocio oficial. No sabemos adónde iremos a parar, pero de momento no pensamos parar. Y, mientras conseguimos llevar a cabo nuevas aventuras culturales para compartir con vosotros, damos una vuelta de tuerca y, durante todo el período de estas "entrañables fiestas navideñas" estaremos a vuestra disposición todos los días de la semana, de lunes a lunes, a partir de las 19:00, hasta después de Reyes, además de abrir todos los jueves, viernes y sábados a mediodía, con tapa por cada consumición. Es lo menos que podemos hacer, es todo lo que podemos hacer. Abrazos.
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